Blog

Perdonar abre la puerta a la sanación

Perdonar abre la puerta a la sanación

La primera vez que escuche hablar sobre Inmaculée Ilibagiza fue en un vídeo de Wayne Dyer y su historia me impactó profundamente. Ella, junto otras siete mujeres Tutsis permanecieron encerradas durante 91 días en un pequeño baño de la casa de un pastor evangélico quién las salvó de ser asesinadas durante el histórico genocidio en Ruanda en 1994. Acurrucadas, soportando la incomodidad y el agobio de que en algún momento fueran encontradas por los Hutus, sobrevivieron gracias a permanecer en silencio y a las sobras de comida que les brindó aquel hombre.

Por momentos la ira y el resentimiento por la desesperante situación fueron devorando su existencia, pero en lugar de sucumbir al odio, Inmaculée encontró consuelo en sus creencias espirituales y en la lectura de un pequeño diccionario de inglés que le facilitó el pastor ante los ruegos que ella le hizo de que le alcanzara algo para distraer la mente. Cuando todo terminó además de las secuelas físicas y sicológicas de aquel aislamiento tuvo que enfrentar la muerte de toda su familia a manos de los Hutus.

Posterior a estos hechos Inmaculée logro sortear la batalla más grande de su vida, más que el encierro, ella logró perdonar a los asesinos de su familia. Y eso para mí era desafiante, no lo podía entender.

Al poco tiempo de conocer su historia, ocurrió una gran coincidencia. Me enteré de que Inmaculée realizaría una conferencia en Colombia para un foro sobre reconciliación. Era mi oportunidad de preguntarle personalmente cómo había logrado perdonar. Y me di a la tarea de hablar con ella.

Hoy comparto las respuestas a una entrevista que logré hacerle después de una conferencia de prensa en 2012.

 

¿Cómo lograste transformar tu dolor y ser ahora inspiración para otras personas?

La verdad yo me vi obligada a perdonar. Sentía rabia y temor. Viví la injusticia y me sentí como una fiera, como un verdadero animal enjaulado. Hubo un momento clave en el que en medio del encierro mi cuerpo me dolía y los asesinos se detuvieron a cinco pulgadas de mí. Tan sólo una puerta nos resguardaba y en ese momento sentí enloquecer. No sé cómo no nos descubrieron y empecé a pedirle a Dios que cambiara todo ese dolor que sentía. Y quise continuar a pesar de todo.

¿Desde tu condición femenina podrías dar un mensaje para las mujeres colombianas que han padecido la guerra?

Creo que mi mensaje está centrado en procesar el dolor lo que significa trasformar los sentimientos e ir logrando un cambio. Si nos ponemos a pensar, perdonar es más inteligente y es posible si se desea de verdad. Yo oro por Colombia y deseo que encuentren la paz que necesitan para el bienestar de todos. Hago una invitación para hacer un recorrido interior hacia el perdón. La guerra debe terminar y las personas deben hacer un esfuerzo individual para lograr la paz. El amor es más fuerte que el odio pero el verdadero cambio empieza en nuestros corazones.

Al concluir el foro Immaculée habló de esperanza y dijo que su sufrimiento había tenido un propósito que buscaba compartir con todos los seres humanos.  La tarea es sobrevivir en el amor y entender que el odio no puede regir nuestras vidas, no puede seguir bloqueándonos. Nosotros somos verdaderamente más grandes que el odio y cuando uno siente verdadero rencor es muy importante aceptar lo que se siente, reconciliarse con el dolor, abrirle paso para luego transformarlo y avanzar a través del perdón.

 

 

 

 

Liliana Arias

Liliana Arias

Liliana escritora y periodista especializada en tema sociales. Nació en Bogotá y desde niña amó los libros y la poesía y su sensibilidad la llevó a acercarse a temas espirituales, artísticos y sociales

Ver artículos

Más artículos

Accede a la versión editable de Diosas

Accede a la versión editable de 'Diosas' Estás a solo un paso de contar con tu versión editable de 'Diosas,…

Darnos el "gustico"

El amor propio va más allá de comprarse algo bonito en un centro comercial, ir a la peluquería o hacer…

Permiso para equivocarme

Todas cometemos errores. Y a partir de ellos podemos elegir culpabilizarnos o aprender. ¿Qué escoges para ti? Hace poco, junto…

Categorías